Solía pensar que estabas en esa persona, en ese momento y en ese sentimiento, sin embargo ya no estás más. A veces, es un tormento, y otras, es calma. No puedo evitar extrañarte, extrañarte se ha vuelto un modo de vida, algo que me mueve todos los días. Es raro, verdad, que un recuerdo sea lo que te hace levantar y hacer lo que tienes que hacer diariamente. En ocasiones imagino diferentes escenarios en los que nos reencontramos, siendo ambos distintas personas, y tú me sigues queriendo, y tú te das cuenta de la falta que te he hecho todos estos años; pero sé que es una mentira a mi misma y tú no me extrañas, ni te hago falta, solo me gusta imaginar que sí.
Imaginar un mundo sin alguien como tú es complicado, es como si la comida dejara de tener sabor y de repente no tuviera ni calor ni frío. El limbo emocional en el que no quiero estar con nadie más que no seas tú y donde todo se vuelve gris. Y aún me sigo preguntando "¿por qué te extraño?", si tan solo tu imagen me estremece y siento que me vuelvo gelatina, mi corazón parece querer salir corriendo tras de ti, y yo me quedo ahí, como idiota, viendo como tú sigues con tu vida mientras yo sigo atrapada aquí, escribiendo a alguien que ya ni existe, porque tú hace buen tiempo que dejaste de ser tú.
Sé que nunca me amaste como yo te amé a ti, y siempre lo dijiste "mereces a alguien que te devuelva todo el amor que das", decías que te sentías mal por hacerme esto, pero lo hacías una y otra vez, al punto en que yo creía que una pequeña parte de ti si me quería mucho, que si estaba en algún rincón de tu corazón. De nuevo, parece que solo me mentía a mi misma, parece que inventé a un ser que no existe y me enamoré perdidamente de él.
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